Los meses de embarazo son para disfrutarlos, se trata de una etapa única en la vida de la mujer. A pesar de ello las molestias que suelen aparecer pueden impedir que la mujer disfrute de su bebé.
A raíz de las encías se puede tener dolor de muelas, algo que puede ser muy molesto durante el embarazo ante la imposibilidad de ingerir fármacos o antibióticos que podrían eliminarlo de una manera rápida.
Cuando a una embarazada le duelen las muelas, lo correcto a la hora de tratarlo es intentar no descuidar la limpieza:
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Cepilla tus dientes con mucha delicadeza pero en profundidad para que no queden restos de comida que causen infección.
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También es necesario que tengas en cuenta, además de la higiene general con cepillo, tener en cuenta otros aspectos como los antisépticos bucales, que refuerzan la limpieza y mantienen la boca sana, además del uso de hilo dental, que terminan con los restos de alimentos.
Esto puede ayudar a disminuir la presión de las muelas en el embarazo y el sangrado e inflamación de encías.
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Si se sienten dolores de muelas fuertes, es necesario ingerir alimentos suaves que no hagan que masticar cause dolor, como puede ser el caso de algunas frutas como la manzana, que también pueden hacer daño a las encías.
Aumenta la ingesta de calcio, esto puede también ayudar a que vuelvan a su ser.
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Sin embargo, cuando los dolores de muelas son muy intensos, a causa del bruxismo involuntario (hacer fuerza con la mandíbula, apretando los dientes al dormir o en situaciones de estrés) es recomendable acudir al dentista para que decida si la embarazada debería llevar un tratamiento físico que no afecte al bebé pero que ayude a que la mandíbula no se descontrole para que no desemboque además de en una molestia bucal, en dolores de cabeza.
